Si estás cansado de Wes Anderson's, Wong Kar-Wai's, Hermanos Cohen's y demás quizá es hora de recordar lo que eran aquellas tardes de cine de cuando eras un crio y lo único que importaba era divertirse con los amigos y disfrutar sin pretensiones intelectuales ni ejercicios estéticos. Y que mejor que recurrir a una de las mejores (a mi parecer) obras de uno de los más míticos directores de serie B como es John Carpenter? Un genio capaz de parir joyas como 'Halloween', 'la Cosa', 'Golpe en la pequeña China' y bodrios como 'Memorias de un hombre invisible' empezó su carrera con esta genial película. 'Asalto a la comisaría del distrito 13', peculiar homenaje a 'Río Bravo' de Howard Hawks, es un mito de esos cines desaliñados de antaño, de sillas descosidas y suelos pegajosos. El personaje Napoleon Wilson es uno de los mejores anti-heroes que recuerdan estos ojos y es un ejemplo de los mejores rostros inexpresivos dignos de este tipo de cine.
Sin duda un ejemplo de como la falta de recursos y dinero pueden ser beneficiosos a nivel creativo. Una película que prácticamente transcurre en una sola localización pero supo aprovechar los pocos exteriores para crear unos primeros veinte minutos perfectos para hacerte entrar en la acción.
Escenas para recordar: La niña con el vendedor de helados y los escualidos diálogos y miradas "electrizantes" (por decirlo de alguna forma) entre Napoleon y la chica de turno.
Escenas para recordar: La niña con el vendedor de helados y los escualidos diálogos y miradas "electrizantes" (por decirlo de alguna forma) entre Napoleon y la chica de turno.
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