En aquest post ni vull comentar la discografia de Gene Clark ni tampoc vull reproduir-ne la seva biografia, per a això ja hi ha pàgines que s'hi esforcen més laboriosament. A més, considero que la seva música és tan intensa que només entendria que es pogués consumir en la intimitat, mica en mica, assaborint-la lentament i amb dedicació. És molt difícil posar-ho en paraules, però noto que tothom que s'hi ha endinsat n'ha sortit enriquit d'alguna manera, la seva puresa ha fet prosperar els seus dies i, sobretot, han fet un nou company per aquest viatge que anomenem vida. Si més no, això és el que m'ha succeït a mi. Aquest post, doncs, no és per parlar ni de la seva vida ni de la seva música, en tot cas pretén ser una miscel·lània d'una part de l'obra mai escrita d'aquest compositor, guitarrista i cantant de Tipton, Missouri. En altres paraules, una selecció de composicions pròpies, o inspirades en ell, o pensades per a ell, que durant aquest any he anat trobant en discos d'altres intèrprets, totes elles executades amb la delicadesa que la seva persona demana.







Un emocionant homenatge final dels Teenage Fanclub a un artista que durant aquests dotze mesos jo he escoltat amb, perquè no, sí, amb emoció, i que em serveix per cloure aquest post de celebració a Gene Clark. Crec que hi pensaré durant molt de temps en què el 2008 va ser l'any en què kowalsky me'l va fer conèixer (gràcies!). Per tot això penjo aquest post a Newton Town en memòria seva l'últim minut de l'últim dia d'aquest 2008. Feliç any 9.
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Versión en español (enlaces en el original)
Por lo que a mi se refiere, en Newton Town este año no hay lista de los mejores del 2008. Pídanmelo y les diré que este año fue sin duda el del descubrimiento de Gene Clark, un artista que allmusic define como "the greatest underrated singer / songwriter to emerge from the'60s rock explosion, and deserves to be mentioned in the same breath as Neil Young". ¿Tajante, no? También termino este 2008 habiendo cumplido mi promesa de ir comprando sus discos a medida que los iba encontrando, y habiendo satisfecho también mi deuda largamente aplazado de escuchar como Dios manda toda la discografía de los Byrds, que ya tenía en mi discoteca en las fabulosas reediciones de Columbia/Legacy. Es justo reconocer que en esto último he estado muy bien acompañado por el libro "The Byrds. Más jóvenes que ayer", de Fernando López Chaurri, que recomiendo a todos aquellos que quieran conocer en profundidad esta memorable banda de Los Ángeles.
En este post no quiero comentar la discografía de Gene Clark ni tampoco quiero reproducir su biografía, para eso ya existen otros sitios. Además, su música es tan intensa que yo sólo entiendo que pueda consumirse en la intimidad, poco a poco, saboreándola lentamente y con dedicación. Es muy difícil ponerlo en palabras, pero creo que no me equivoco si digo que todos los que se han adentrado en ella han salido de alguna manera enriquecidos, su pureza ha hecho prosperar sus días y, sobre todo, han hecho un nuevo compañero para este viaje que llamamos vida. Al menos, eso es lo que me sucedió a mí. Este post, pues, no es para hablar ni de su vida ni de su música, solo pretende ser una miscelánea de una parte de la obra nunca escrita de este compositor, guitarrista y cantante de Tipton, Missouri. En otras palabras, una selección de composiciones propias, inspiradas en él, o pensadas para él, que durante este año he ido encontrando en discos de otros intérpretes. Eso sí, todas ellas ejecutadas con la delicadeza que su persona requiere.
Los primeros son Velvet Crush, que en su segundo álbum, Teenage Symphonies to God, del año 1994, versionaron Why Not Your Baby, una de las covers más honestas de una composición de Gene Clark que yo haya escuchado nunca. ¡Si incluso Paul Chastain afecta su voz para que se acerque a la calidez que desprende la de su compositor! Originalmente, el tema se incluyó en el primer disco del dúo Dillard & Clark, titulado The Fantastic Expedition of Dillard & Clark, que Gene Clark gravó junto al banjoista y guitarrista Doug Dillard y que salió publicado el año 1968. Los entendidos dicen que es uno de los discos básicos de country-rock, aunque personalmente se me hizo un poco cuesta arriba en los momentos en que el estilo se torna más bluegrass. Esto hace que el disco cueste un poco al principio, aunque precisamente por ello al final acabas apreciándotelo un poco más. En mi edición, este cedé va acompañado del segundo y último álbum que este dúo publicó sólo un año después, Through the Morning, Through the Night.
El segundo disco que he elegido es otra obra de finales de los sesenta, aunque esta vez bastante superflua, irrelevante casi diría, porque sospecho que se pensó simplemente para agradar al público que entonces pedía folk-rock. El disco es una fotocopia descarada del estilo Byrds (armonías y guitarra Rickenbacker de 12 cuerdas) pero sin la imaginación ni la intensidad de éstos. Se trata del álbum homónimo de los Rose Garden, y el único que sacaron. En todo el disco sólo hay un tema original y, de las nueve versiones, dos (Till Today y Long Time) son composiciones inéditas que Gene Clark escribió en su día para los Byrds pero que éstos nunca llegaron a publicar. Actualmente, pueden encontrarse en alguna recopilación de inéditos.
Como los Byrds, The Long Ryders también eran de Los Ángeles, pero de principios de los años 80 y, como The Rose Garden, tampoco escondían que aquellos eran una de sus grandes influencias musicales (además de otros grupos de la zona como los Buffalo Springfield). A diferencia de The Rose Garden, sin embargo, los Long Ryders fueron un grupo con mucho jugo. Para empezar, fueron una de las bandas que, a mediados de la década de los 80, volvieron a poner el country-rock de nuevo en circulación y volvieron a hacer de él un género creíble, es decir, que volvía a tener el relumbrón que había tenido antes que grupos de carácter más comercial como los Eagles lo deslucieran. Native Sons es su primer disco y, aunque no incluye ninguna composición original de Gene Clark, Ivory Tower podría serlo perfectamente. De hecho, él canta y, como dice el blog C-60 Low Noise, "[it] remains the greatest song the Byrds never wrote". Estoy de acuerdo. Y también que es uno de los tributos más sinceros que nunca se han hecho al sonido de la banda capitaneada por Roger McGuinn. Otro blog favorito mío, The Rising Storm, dice esto otro de Ivory Tower, "[it] ended up being one of the great lost 80s tracks, downbeat and moody, sounding like a really terrific fusion of mid 60s Byrds and the early 70s solo work of Gene Clark”. ¿Es necesario que añada algo más?
También de Los Ángeles, también de la década de los 80, y también de la escena musical local que pasó a la historia con el nombre de Paisley Underground. Todo esto fueron también The Three O'clock, de quienes rescato su primer EP bajo este nombre (hasta entonces se habían llamado The Salvation Army), titulado Baroque Hoedown, que ahora se encuentra en un cedé doble junto con su primer larga duración, Sixteen Tambourines. En la edición francesa, su disco de debut incluía una cover de la que posiblemente es la composición más conocida de Gene Clark, I'll Feel A Whole Lot Better, que fue cara B del segundo single de los Byrds, que como tema principal llevaba una composición de Dylan, All I Really Want to Do. La versión es soberbia, aunque cada vez que yo oigo esta pieza no puedo evitar pensar en La Granja, la primera banda jingle jangle que oí en mi vida.
El quinto tema que he seleccionado es una curiosidad curiosa, si se me permite la expresión. De hecho, es otro de aquellos discos que no pasarán a la historia pero que esconden una historia graciosa detrás de él. Se llama Happens y es el único álbum publicado por David Hemming, el actor que un año antes había protagonizado uno de los films más iconográficos de la cultura pop de los años 60, Blow Up, de Michelangelo Antonioni, y que un año después aún iba a protagonizar otro, Barbarella, de Roger Vadim. Aprovechando su posición momentánea de estrella del celuloide, pudo grabar un disco acompañado por dos miembros de los Byrds, el guitarrista Roger McGuinn y el bajista Chris Hillman. Grabaron nueve temas y se publicó en 1967. El disco se inicia con una composición que Gene Clark precisamente escribió para los Byrds, Back Street Mirror, inédita hasta entonces, y que aquí se aprovecha con la voz del actor superpuesta encima de la grabación original.
The Textones es otra banda de Los Ángeles, pero esta vez con la peculiaridad que originariamente fue fundada por dos mujeres, Carla Olson y Kathy Valentine, ambas provenientes de Austin, Texas, pero que fueron a parar a la ciudad californiana coincidiendo con la explosión de bandas y clubes que sufrió Los Ángeles a principios de los 80. Kathy Valentine se incorporó en seguida a The Go-Go's y Carla Olson se convirtió en líder única del grupo, que también se conocía como Carla Olson & The Textones. Con este nombre debutaron en 1984 con el álbum Midnight Mission, en el que colaboraron Gene Clark, que hacía coros, y Ry Cooder. En la recopilación titulada Through the Canyon, sin embargo, publicada por Rhino Records en 1989, hay una composición de Gene Clark titulada Day for Night en la que él lleva la voz cantante y toca la guitarra solista, o sea que de alguna manera los Textones le hacen de banda de acompañamiento. Posteriormente, Carla y Gene formaron el dúo Gene Clark & Carla Olson e incluso sacaron un disco juntos, So Rebellious a Lover. Gravada el año 1985, Day for Night es la interpretación más tardía de Gene Clark de todas las que hemos seleccionado aquí.
Y acabamos con una de las grandes bandas de pop y power-pop de los últimos años, los Teenage Fanclub, que tanto deben a los Byrds en general y a Gene Clark en particular. De hecho, son uno de mis grupos favoritos y siempre que puedo los reivindico. De ellos rescato Thirteen, publicado en 1993, probablemente uno de sus álbumes menores, y que tampoco se encuentra entre mis preferidos ya que tuvo la mala fortuna de salir entre sus dos obras maestras, Bandwagonesque y Grand Prix. El disco termina con una larguísima composición, con coda instrumental incluida, titulada precisamente Gene Clark. El autor es Gerard Love, bajista de la banda, y la letra dice: "[...] All the seeds you sow / are just looking for a space to grow / So sleep, sleep and lay your white body down / So sleep, sleep and lay your white body down / No matter what you do it all returns to you / No matter what you say you'll hear it all someday [...]".
Un emocionante homenaje final de los Teenage Fanclub a un artista que durante estos doce meses he escuchado con, porqué no decirlo, sí, con emoción, y que me sirve para cerrar este post de celebración a Gene Clark. Creo que durante mucho tiempo voy a estar pensando que el 2008 fue el año en que Kowalsky me lo dio a conocer (¡gracias!). Por todo ello cuelgo este post en su memoria el último minuto del último día de este 2008. Feliz año 9.